Venezuela: profesores universitarios resisten con los peores sueldos de la región
José Rangel – Aula Abierta
Para abril de 2023, el ingreso mínimo en Venezuela está fijado en 130 bolívares, que equivale a 5,4 dólares. En enero de 2023, el ingreso mensual de los universitarios de la educación disminuyó a vergonzosas cifras entre 20 a 24 dólares, mientras que en marzo de 2022, un profesor universitario venezolano, de dedicación exclusiva, ganaba entre 337,94 y 450,70 bolívares (89 a 106 dólares) según la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV). Sin embargo, el panorama luce mucho más desalentador al compararlo con lo que perciben los profesionales de la educación en América.
El ejercicio de la educación en Venezuela ha estado plagado de un alto compromiso y formación académica, pero lamentablemente, a los profesionales de la educación les han violado los derechos humanos y laborales que por Ley les corresponde, en un país que devengan un sueldo mínimo que no alcanza para comer ni un día.
Los profesores universitarios son uno de los grupos sociales más vulnerables con un salario a fin de mes que solo les alcanza para comprar dos pollos, como resultado de una imposición de medidas unilaterales por parte del Estado que ha llevado a los educadores a vivir en extrema pobreza.
En medio de una ola de protestas del sector educativo en los últimos meses, se evidencia que el gobierno no tiene la mínima voluntad para firmar la cuarta convención colectiva a los profesores universitarios, que por Ley corresponde, donde los representantes de los trabajadores y trabajadoras, a través de sus sindicatos, buscan lograr reivindicaciones para su gremio y representados.
Los salarios de extrema pobreza, según mediciones de la Línea Internacional de Pobreza (LIP) que afirma que cuando una persona que gana menos de 1,9 dólares diarios está en extrema pobreza, lo que reciben actualmente los profesores universitarios, es un malestar que se convirtió en denuncias más allá de nuestras fronteras.
En su informe anual de 2022, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría Especial sobre los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la CIDH (Redesca) expusieron su preocupación por las violaciones a los derechos laborales, como es recibir un salario digno, que afectan a los profesores universitarios en Venezuela, violentando el Principio IV de los Principios Interamericanos sobre Libertad académica y Autonomía Universitaria que rechaza la aplicación de medidas contra el presupuesto de las universitarios con el fin de castigarlas.
Sin embargo, la vulnerabilidad en la que se encuentran los universitarios en Venezuela no es una novedad. La Redesca ha ratificado su preocupación sobre que desde 2004 el Estado habría venido ejecutando una práctica de imposición unilateral de las tablas salariales que ha resultado en que, a pesar de los aumentos salariales que haga el gobierno nacional, los sueldos sean insuficientes para que los universitarios tengan calidad de vida.
La ONAPRE contra los beneficios laborales de los universitarios
El gobierno ha intensificado su política en contra de los profesores universitarios. El Instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE), emitido en marzo de 2022, creado, según el gobierno, con el fin de definir la aplicación del último aumento salarial ha originado el rechazo entre los gremios y sindicatos universitarios. El Informe Anual de la CIDH 2022, refleja que los trabajadores universitarios denuncian que la firma del Instructivo va en contra de las contrataciones colectivas y sus beneficios laborales como las bonificaciones y primas, además de obviar la antigüedad o experiencia del personal.
Dado que el instructivo sigue vigente, los profesores universitarios han salido a la calle para protestar en contra de los precarios sueldos que reciben y en defensa de lo establecido en el artículo 91 de la Constitución de la República que afirma que “todo trabajador tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad”.
Los sueldos de Venezuela frente a países de la región
El panorama venezolano es mucho más desalentador cuando lo comparamos con los salarios que devengan los profesionales de la educación universitaria en la región. Según el ranking de sueldos mínimos en Latinoamérica en 2023, el país ocupa el último puesto con un salario mínimo equivalente a un promedio de 6 a 8 dólares.
Mientras que en Canadá un profesor universitario a tiempo completo puede ganar hasta 9.511,15 dólares mensuales, en Venezuela apenas percibe un vergonzoso salario de 20 dólares al mes.
En México los profesores universitarios devengan un sueldo según la categoría en la que se encuentren con salarios que van desde 890,62 a 1.114,58 dólares mensuales, según datos difundidos por Heraldo Binario.
Si hablamos sobre América Latina, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) los profesores universitarios de Panamá se posicionan como los mejores pagados al recibir 1.600 dólares mensuales
Sin irnos muy lejos, el vecino país de Colombia sigue estando muy por encima de los salarios de miseria en Venezuela. Un profesor colombiano con doctorado de la Universidad Nacional puede ganar entre 1.700 a 2.700 dólares al mes, mientras que un profesor que tenga maestría recibe cerca 1.200 dólares mensuales, según datos publicados en Superprof.
Por su parte, en Chile según información divulgada por El Diario los profesores universitarios ganan un salario base de 550 dólares, mientras el de mayor grado de instrucción puede alcanzar hasta los 760 dólares mensuales, lo que para un profesor universitario venezolano es imposible tener a fin de mes.
En Argentina, un profesor titular (entre 0 a 24 años de antigüedad) gana entre 673 y 1232 dólares al mes, según datos de la Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
Los profesores universitarios en Venezuela siguen estando muy por debajo de los salarios de países como Nicaragua, donde la situación universitaria no se encuentra en sus mejores momentos, los profesores de educación universitaria, reciben un salario mínimo entre 243 y 618 dólares americanos.
Y por si aún quedan dudas de la situación de extrema pobreza en la que viven los universitarios venezolanos, hasta en Cuba los profesionales de la educación superior son mejores pagados que en la nación chavista con sueldos que varían entre 124 y 173 dólares al mes.
No es solo salario
La situación de vulnerabilidad en la que viven hoy en día los profesores universitarios en Venezuela va más allá de lo que ganan a fin de mes. Se trata de profesionales que, a pesar de años de preparación y formación académica, los sueldos que devengan son insuficientes hasta para comprar la canasta alimentaria para una familia.
Un profesor universitario, que recibe apenas 20 dólares al mes, necesita más de 25 salarios mínimos para comprar la canasta básica alimentaria, que para abril de 2023 se encontraba en 526 dólares, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FMV).
Los profesionales de la educación en Venezuela resisten en un callejón donde aún no ven salida. Según la Línea Internacional de Pobreza (LIP) una persona que gane menos de 1,9 dólares diarios está en extrema pobreza, por lo que un profesor de dedicación exclusiva (que gane entre 20 a 24$ al mes) se posiciona dentro de este ranking con apenas 0,6 y 0,8 dólares diarios.
La educación, el sistema de formación académica de millones de profesionales en el mundo, ha sido desprestigiada, pulverizada y humillada en uno de los países con mayor riqueza petrolera del mundo. Hoy los profesores universitarios viven en extrema pobreza donde acceder a un sistema de salud o seguridad social de calidad, está aún mucho más lejos de su alcance.