Colombia: Educación pública en peligro
Distintas instituciones de estudio superior en América Latina protestan en exigencia de un presupuesto digno para las universidades públicas; la calidad de la educación superior gratuita está en riesgo.
El día #10oct2018 los estudiantes, maestros, sindicatos y organizaciones sociales de Colombia salieron a las calles por una situación similar a la de Argentina y otros países latinoamericanos; defensa de la educación pública superior por falta de financiación a las universidades públicas, con un déficit de 1,4 billones de pesos para el funcionamiento y 15 billones de pesos para la infraestructura, como afirma el Sistema Universitario Estatal (SUE), conformado por los rectores de las universidades públicas colombianas.
En Colombia hay 32 universidades públicas y todas cesaron sus labores el 10 de octubre en protesta y exigencia de mayor inversión en el sector público de educación superior, que según Jennifer Pedraza, representante estudiantil ante el consejo superior universitario de la Universidad Nacional, no ha tenido aumentos significativos en la base presupuestal en los últimos 6 años, cuando la universidad ha creado 36 programas de pregrado y postgrado. “Cada vez tenemos más gastos, pero seguimos teniendo el mismo dinero desde hace mucho tiempo.” Afirmó la dirigente estudiantil. Por otro lado, otros estudiantes y profesores afirman que los recursos para la educación superior pública permanecen prácticamente congelados desde 1993. Universidades privadas, como la Javeriana y Externado, también se sumaron al paro, pidiéndole al sistema bancario nacional que condone deudas financieras por los altos costos de sus matrículas. La Federación Colombiana de Educadores (Fecode), el sindicato estatal Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y la Organización Indígena de Colombia (ONIC) se unieron a las marchas también.
Algunos profesores y directivas sostienen que la situación es tan grave que estarían dispuestos a ir a una huelga de hambre, como es el caso de Adolfo León Atehortúa, exrector de la Universidad Pedagógica Nacional, y de otros tres docentes, que afirmaron en una carta enviada al presidente de la República de Colombia “la posibilidad de iniciar una huelga de hambre indefinida que invite a la reflexión serena y pacífica en torno a la situación de nuestras instituciones y sus demandas prioritarias de financiamiento”.
A la controversia se le suma el debate del Presupuesto General de la Nación (PNG), donde el actual gobierno no planteó un incremento adicional a los recursos que se destinarían a la educación pública superior los próximos 4 años. En el mismo orden de ideas, Orlando Acosta, docente investigador de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), acota que “los planes de desarrollo de las universidades se han visto interferidos por las limitaciones presupuestales que las han afectado de manera crónica durante décadas”, haciendo referencia a que la problemática no es nueva.
En una entrevista al equipo de Aula Abierta con Christian Mera, estudiante de la Universidad de Antioquia, indicó que otro problema dentro de las universidades públicas es el salarial; hay profesores muy calificados y su sueldo no es proporcional a sus conocimientos. Indicó también que no hay presupuesto suficiente, por lo tanto las universidades públicas se ven en la obligación de recortar las carreras y regular a quienes aceptan.
Posterior a las marchas en todo el país, la Universidad Nacional decidió irse a paro indefinido. Los líderes estudiantiles de esta institución llevaban cese de actividades en varias facultades. Las restantes tomaron la hora cero el pasado jueves #11oct, luego de las manifestaciones masivas del pasado miércoles #10oct.
Detrás de esta decisión, otras universidades se sumaron al paro. Estas son la Universidad Nacional en sus sedes de Amazonía, Medellín, Palmira y Bogotá; la Universidad de Córdoba, Universidad de Antioquia, Universidad del Valle, Universidad del Atlántico, Universidad Industrial de Santander, Universidad de Caldas y algunas facultades de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Los colombianos esperan en la respuesta del gobierno respecto a la asignación presupuestal para las instituciones de educación superior pública.