Universitarios nicaragüenses sin documentación: una política de discriminación educativa
José Rangel – Aula Abierta
En los últimos años hemos sido testigos de graves obstáculos que dificultan el acceso a la educación superior en Nicaragua, así como violaciones sistemáticas a los derechos humanos y represalias contra estudiantes y personal del profesorado que se atreven a levantar la voz. La represión por parte de las autoridades ha afectado profundamente el desarrollo académico y el derecho a aprender libremente de los universitarios nicaragüenses.
En el marco de 54° Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Aula Abierta junto al Grupo de Expertos de Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN), ex-rectores y estudiantes universitarios, advirtieron en el evento paralelo “Violaciones a la libertad académica y la educación en Nicaragua: Ataques contra universidades, profesores y estudiantes” realizado el 13 de septiembre de 2023 en el Palacio de Naciones Unidas en Ginebra, la posible comisión de crímenes de lesa humanidad y violaciones a la libertad académica y autonomía universitaria por parte del gobierno de Daniel Ortega.
En la moderación del profesor universitario, Ricardo Villalobos, coordinador de Incidencia Internacional de Aula Abierta, se inició al evento paralelo desde el Palacio de Naciones Unidas, en el que Villalobos destacó que la gravedad de estas violaciones radica en que no solo se están vulnerando los derechos de la comunidad universitaria, sino que también se está coartando la posibilidad de un futuro prometedor para las generaciones venideras.
En nombre de Aula Abierta, su director David Gómez Gamboa brindó un saludo especial y agradecimientos al Grupo de Expertos de Derechos Humanos sobre Nicaragua, a las y los representantes de mandatos de las Naciones Unidas y órganos internacionales, personal diplomático presente, periodistas, representantes de Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), Organizaciones no gubernamentales (ONGs), profesores y estudiantes universitarios.
Gómez Gamboa enfatizó que, desde el 2018, Aula Abierta ha recibido denuncias de estudiantes y profesores que han sido expulsados arbitrariamente de las universidades en Nicaragua, convirtiéndose en víctimas de represalias por ejercer el derecho a la reunión pacífica, la libertad de expresión y libertad académica.
Hoy, tras la anulación arbitraria de la personalidad jurídica de distintas universidades y la confiscación de sus bienes, miles de jóvenes se han visto imposibilitados de continuar sus estudios. La supresión de registros y récords estudiantiles ha sido recurrente y los ataques contra la universidad y su comunidad continúan, denunció Gómez Gamboa.
En este sentido, el director de Aula Abierta afirmó que estamos frente a la posible comisión de crímenes de lesa humanidad contra universitarias y universitarios, personas que requieren de especial protección en el contexto autoritario nicaragüense y reiteró que sin universidades no hay democracia ni desarrollo posibles.
Aula Abierta y el GHREN han expresado en reiteradas ocasiones su profunda preocupación por la situación en Nicaragua y han instado al gobierno a respetar y proteger la libertad académica y autonomía universitaria. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la ONU y otras organizaciones internacionales, los universitarios en Nicaragua siguen enfrentando grandes desafíos.
La apropiación de las universidades como control social
Para Jan-Michael Simon, presidente del GHREN, las universidades latinoamericanas, y en especial las de Centroamérica, juegan un rol esencial en el ejercicio del poder social y político. Las casas de educación superior tienen una gran influencia en las sociedades centroamericanas y es por esta razón que gobiernos como el de Daniel Ortega las intentan controlar e instrumentalizar desde el Poder Ejecutivo y Poder Judicial.
Entre las fases de poder que ejerce Ortega sobre las universidades figuran el control de los procesos de admisión y evaluación, así como el control político institucional donde rectores, decanos, directores, deben ser leales al modelo político sandinista.
Las y los estudiantes han sido atacados y asesinados en el marco de las protestas, detenidos arbitrariamente y torturados, deportados, vigilados, expulsados, algunos han sido privados de su nacionalidad.
Universitarios sin estudios y sin proyectos de vida
Después de la expulsión de las universidades, así como de la cancelación de algunas de ellas, las y los universitarios han reportado dificultades para obtener la documentación requerida, como certificados de notas, títulos u otros documentos académicos esenciales para su realización personal y profesional. Muchos, desesperados por la situación y sin otra alternativa, se ven obligados a abandonar el país en busca de oportunidades educativas en otras naciones, generando una fuga de talentos que perjudica gravemente el desarrollo del país.
Ariela Peralta Distefano, integrante del GHREN, expuso ante el evento paralelo el impacto sobre la vida de las y los estudiantes que han tenido que salir de Nicaragua sin conseguir la acreditación necesaria para estudiar en el extranjero.
“Los estudiantes quieren seguir estudiando, pero carecen de papeles para ingresar a las universidades en el extranjero, lo que imposibilita que culminen sus cursos académicos, complicándoles aún más sus proyectos de vida”, afirmó Distefano, al mismo tiempo que advirtió que estas acciones dejan a la sociedad nicaragüense sin generaciones críticas y pensantes.
En este sentido, la integrante del GHREN recomendó a la comunidad internacional facilitar el ingreso de las y los estudiantes universitarios a las universidades en el extranjero para que puedan culminar sus estudios.
Ex-rector Ernesto Medina: Nicaragua pierde generaciones de jóvenes sin estudios que también pierden la fe en nosotros
Para el ex-rector universitario, Ernesto Medina, el frente sandinista considera que las universidades son esenciales para la sobrevivencia del proyecto político encaminado a establecer un gobierno totalitario, con un caudillo indispensable para que puedan sobrevivir. En este sistema político, la imposición de autoridades en las universidades, completamente leales al gobierno de Ortega, ha ido desmantelando la calidad educativa y dejando al país sin la masa de universitarios críticos y sin la posibilidad de desarrollar una comunidad científica.
“Las universidades hoy están en manos leales al gobierno. Un requisito indispensable para trabajar en las universidades es ser militante del Frente Sandinista. A todos, trabajadores, académicos, profesores, se les exige que acepten el carnet militante para poder trabajar”, denunció Medina en el evento paralelo del pasado 13 de septiembre
Para el académico nicaragüense, el gobierno de Ortega nunca perdonó la valentía de la juventud universitaria que salió a las calles exigiendo mejoras estudiantiles en el año 2018. En este sentido afirmó que el gobierno centroamericano ha violentado la autonomía de las universidades, ha expulsado a estudiantes y la mayoría de ellos decidieron salir de país por temor a estar hoy tras las rejas.
“Esta persecución provocó una salida masiva de universitarios a Costa Rica, muchos de ellos sin su expediente académico. Nosotros averiguamos qué pasaba con esos expedientes y nos decían que no teníamos acceso, por lo tanto las universidades donde ellos quieren continuar sus estudios no les permiten cursarlos”, alertó Medina.
Pero los jóvenes no solo pierden la oportunidad de culminar sus estudios, también pierden la fe en los líderes políticos, académicos y, sobre todo,, en la democracia. Los reclamos por el respeto a los derechos humanos y justicia que inundaron las calles en aquel abril de 2018, hoy sienten que no fueron escuchados.
“Creo que sí existen manera de ayudarlos por países como Costa Rica, que sé que quieren ayudar pero existen limitaciones burocráticas; sin embargo, considero que hay que hacer un esfuerzo”, exhortó Medina.
Todos los participantes al evento paralelo coincidieron en el llamado a la comunidad internacional a no permanecer silentes ante esta situación. Es hora de mantener el apoyo a estos jóvenes en su lucha por una educación digna y el respeto de sus derechos humanos. Solo a través del compromiso conjunto podremos lograr un cambio real y asegurar un futuro de calidad para las y los estudiantes nicaragüenses.