A 2 años del 11J: la represión recrudece la vida de las y los académicos críticos en Cuba
El caso de Alina López es un ejemplo más de las violaciones a la libertad académica, de expresión y de pensamiento en la Isla que se han agravado desde el 11 de julio de 2021.
Su nombre es Alina López, historiadora, residente en la ciudad de Matanzas, Cuba. Es doctora en Ciencias Filosóficas y miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Cuba.
En estos momentos se le prohíbe viajar fuera de Cuba; ha sido detenida en tres ocasiones, se le instruyó de cargos por “desobediencia”, y como medida cautelar se le impuso la reclusión domiciliaria. Su delito fue hacer uso de los derechos a la libertad de expresión y manifestación pacífica.
La censura y la exclusión por motivos políticos no son nuevas en Cuba
Sin embargo, tras los hechos del 11 y 12 de julio de 2021, la represión al pensamiento crítico se ha recrudecido. Los intelectuales y académicos que se atreven a disentir, desde cualquier postura ideológica sufren diversas formas de represión. Entre éstas, por citar algunas:
- Intentos de secuestro, como ocurrió el 6 de abril pasado cuando Alina se manifestaba por la liberación del periodista Jorge Fernández Era, detenido por escribir sátiras políticas. Ese día, cuatro agentes de civil intentaron arrastrarla por la fuerza a un auto sin identificación oficial, y solo la ayuda de miembros de su familia logró impedirlo.
- Citaciones ilegales a interrogatorios con la Seguridad del Estado, denominados eufemísticamente: “entrevistas”.
- Detenciones ilegales.
- Procesos arbitrarios de instrucción de cargos, encaminados a encausar por delitos comunes para no reconocer estatus de presos políticos o de conciencia.
- Presión y amenazas sobre las familias de quienes protestan.
- Limitación de movimientos, sea para salir de Cuba o para entrar a ella.
- Presiones laborales, que en algunos casos llegan a la expulsión.
Alina levanta su voz ante la represión afirmando que: “Para ser objeto de represión en Cuba no hay que levantarse en armas contra el gobierno, es suficiente criticar con argumentos al sistema político, declarar la inexistencia de un estado de Derecho, o solicitar la libertad de personas injustamente encarceladas. En Cuba, basta expresarte en redes sociales o en medios de prensa alternativos para ser perseguido”.
Tal como lo relata la académica Alina López, en Cuba fue aprobada una Constitución que garantiza determinadas libertades, pero el propio Estado la desconoce y demora injustificadamente la aprobación de las leyes complementarias que las habilitarían.
“En Cuba, el Estado está hoy en una actitud anticonstitucional y nosotros somos sus víctimas”, concluye Alina López.