Estudiantes de la UNAH fueron brutalmente reprimidos por la Policía Militar
Un grupo de estudiantes universitarios hondureños que se encontraban protestando en las inmediaciones de la en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en Tegucigalpa, fue reprimido el 24 de junio de 2019 con bombas lacrimógenas por efectivos de la Policía Preventiva y de la Policía Militar e ingresaron al campus universitario violando la autonomía universitaria de la UNAH, según denuncias realizadas por estudiantes de la UNAH al equipo de Aula Abierta Latinoamérica.
Los estudiantes afirmaron que a las 11am del 24 de junio de 2019, los estudiantes obstaculizaron el paso del Boulevard ubicado frente a la UNAH en modo de protesta, y posteriormente a las 2pm llegaron a la locación alrededor de 200 funcionarios de la Policía Militar y Nacional, quienes reprimieron la protesta de alrededor de 50 estudiantes universitarios.
Consecuentemente, afirman que los cuerpos de seguridad ingresaron de forma violenta al recinto y continuaron las agresiones contra los estudiantes, realizaron requisas en las mochilas y a algunos los despojaron de sus pertenencias, violando la autonomía universitaria consagrada en las leyes hondureñas y en tratados internacionales de protección de derechos humanos. Los estudiantes reaccionaron intentando sacar del campus a los oficiales, razón por la cual estos comenzaron a reprimir a los estudiantes con disparos y varios estudiantes fueron heridos.
El estudiante de periodismo en la UNAH, Kevin Contreras informó que los universitarios heridos fueron reprimidos con bombas lacrimógenas e impactados con balas de caucho y piedras por parte de la Policía Militar; posteriormente fueron hospitalizados. El estudiante herido de mayor gravedad recibió un disparo en el glúteo y debió ser internado.
Por otra parte, otro estudiante de la UNAH, quien prefirió mantener su nombre en anónimo por temor a represalias,comentó que a las 5pm los ataques por parte de la Policía se intensificaron. Afirma que los oficiales lanzaron más de 25 bombas lacrimógenas en un lapso de 5 minutos:
“(…) –El gas lacrimógeno- cubrió todas las entradas de la universidad, mismo que es totalmente distinto al que se ha usado durante mucho tiempo ya que el gas lacrimógeno normal es de un humo blanco, en esta ocasión se convertían en nubes de humo negro, gas lacrimógeno que al menor contacto cegaba casi por completo a las personas, obstruía las vías respiratorias, causando así desmayos y que las personas perdieran el aire a correr y cayendo por el mismo(…)”
Contreras explicó que los heridos fueron trasladados al “Hospital Escuela”, ubicado dentro de la universidad, y al haber tantas personas afectadas, debieron ser movilizados en ambulancias hasta la sede.
“(…) Los mismos estudiantes dentro de la universidad tuvieron que recolectar dinero el dinero necesario porque en el Hospital Escuela, que es el principal hospital del país, pues no hay ni siquiera agua ni algodón para atender a los pacientes, entonces se tuvo que recoger dinero para los compañeros (…)”
Al respecto, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), Roberto Herrera Cáceres, aseguró que existió uso desproporcional de la fuerza por parte de los agentes policiales y militares en contra de los estudiantes de la UNAH, por lo que solicitó investigar los hechos que dejaron como resultado al menos cuatro universitarios y agentes del orden lesionados.
Sobre los motivos de las protestas, Contreras afirmó que iniciaron para dar apoyo a la plataforma de los servicios de educación y salud. Los estudiantes opinan que el gobierno está aliado con el Fondo Monetario Internacional para reducir presupuestos en el área de educación y salud, con motivación en que se debe invertir más en armas, sin ser Honduras un país que se encuentre en Guerra o conflictos armados, lo cual trae como consecuencia despidos masivos y decaimiento de los servicios. Por tal motivo, los estudiantes exigen la salida de quien consideran como presidente ilegitimo de Honduras, Juan Orlando Hernández.
El estudiante que quien prefirió reservar su identidad, añadió:
“Los estudiantes decidieron protestar por las continuas acciones que ha tomado la rectoría de la universidad en concordancia con el partido de gobierno –ilegitimo(…) Han lanzado comunicados de amenazas de confrontación directa contra el estudiante, llamando a asambleas y consultas si se termina el segundo periodo académico o sencillamente se pierde (…) El rector actual es primo del presidente del Congreso Nacional –de Honduras-(…) El rector tiene en planes dar incentivos económicos a estudiantes por medio del partido de derecha de Honduras, con la intención de apoderarse del estudiantado, así como lo ha hecho con tantos espacios en el país, con una única finalidad de privatizar la Universidad Nacional Autónoma de honduras, bien público para el estudiantado, un bien público para cualquier ciudadano así mismo desee desarrollarse con conocimiento y con investigación científica, por ello también las protestas se adhieren a la defensa de la salud de Honduras”
Como producto de las agresiones, Contreras relató que estudiantes de secundaria decidieron realizar una protesta en apoyo a los estudiantes de la UNAH y en rechazo a la violación de su autonomía, hecho que resultó en la detención de estudiantes de educación media, siendo dos de los detenidos menores de edad.
Finalmente, el estudiante comentó que como producto de los acaecido, actualmente existe una toma indefinida de los núcleos regionales de la universidad (afirma que son alrededor de 6) y que todas las actividades están paralizadas.
Desde Aula Abierta Latinoamérica rechazamos
la represión desmedida por parte de los cuerpos de seguridad del Estado en
contra de los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras
(UNAH), como acto que representa la violación del derecho a la manifestación
pacífica y reunión, así como la libertad académica y la libertad de expresión.
Asimismo, instamos al Estado hondureño a respetar la autonomía universitaria
que gozan las casas de estudios superiores, como derecho consagrado en las
leyes hondureñas y en los tratados internacionales de protección de derechos
humanos.